La gente nos juzga, está fuera de nuestro control. Nuestro cerebro está naturalmente conectado para juzgar, necesitamos descubrir si una persona es una amenaza para nosotros o no.
Las personas juzgan por toda una serie de razones, algunas son razones personales que recaen en ellas, no tú. Todos somos personas muy diferentes, nos gustan las cosas diferentes, tenemos valores, moral y principios diferentes. Simplemente no podemos complacer a todos, y eso está bien!
Realmente nunca podemos decir lo que las personas piensan de nosotros (a menos que lo digan en voz alta).
Incluso si lo dicen en voz alta, digamos, por ejemplo, que no les gusta tu corte de pelo, ¿te afecta eso? ¿Recibió su corte de pelo únicamente para complacer a esta persona? ¿O lo elegiste porque te gustó?
- Como hacer amigos cuando no me importa.
- ¿Qué hago si alguien planea burlarse de ti?
- Cómo lidiar con un padre manipulador y mentiroso.
- ¿Por qué es importante una mano fuerte?
- ¿Puedes juzgar a alguien sin conocerlo?
es rápido hacer suposiciones de que alguien nos está juzgando, tal vez pienses que te dieron una mirada graciosa, una mirada feroz, una mirada. Tu adivina lo que están pensando, inventando algo que tal vez ni siquiera exista.
Incluso si te están juzgando, ¿eso cambia algo en tu vida?
¿Hace de ese juicio un hecho verdadero sobre ti?
No.
Acepte que no podemos controlar cómo otras personas piensan y sienten acerca de nosotros. Acepte que no todos nos van a gustar por lo que somos, nuestro estilo, nuestra personalidad. Aprende a amarte a ti mismo, y el enfoque cambia lentamente, te molesta menos los juicios porque todo lo que son, son solo palabras.
Mientras seas feliz, mientras seas fiel a ti mismo, eso es lo único que importa.
Esto fue algo con lo que luché también, hasta el punto de que tenía miedo de salir. La meditación realmente ayudó a devolver mi mente al presente, a calmar los pensamientos acelerados.