De ningún modo.
Demasiada rigidez tiene el riesgo de una situación de “paja que rompe los camellos”. Las personas que tienen la costumbre de endurecerse emocionalmente están evitando ese proceso. Están a merced de su autocontrol para reprimir sus respuestas instintivas. Y el autocontrol es finito.
¿Cuántas personas reprimen sus emociones, solo para explotar en un asunto realmente trivial? El problema no es el problema en sí mismo, es todo lo que han embotellado hasta el momento.
Ser capaz de endurecerse y proyectar estoicismo es una habilidad importante para desarrollar. A veces, es útil saber cómo empaquetar las cosas durante un tiempo para manejar lo que es importante en el momento. Uno de nuestros gatos tuvo una emergencia médica recientemente, y la capacidad de mantener la calma y actuar con rapidez fue clave para salvar su vida.
- Me siento tan molesto / molesto / impaciente todo el tiempo. ¿Cómo puedo sentirme mejor?
- ¿Qué harías si hicieras que otros se enojaran contigo?
- ¿Qué puedo hacer cuando me siento bajo presión y me siento frustrado?
- Golpeo a alguien por ira, ¿cómo me controlo y me castigo?
- ¿Qué pueden hacer las personas cuando se enojan?
Además, si se trata de cosas difíciles de forma regular, ya sea como parte de un trabajo difícil o como una situación inevitable, poder endurecerse es importante para poder hacer precisamente eso. Hay trabajos por ahí que la mayoría de las personas no pueden imaginar tener que hacer, pero las personas que los hacen pueden acostumbrarse hasta cierto punto.
Pero, por otro lado, también es importante poder identificar, confrontar, escuchar y procesar emociones. Eso también requiere fuerza, especialmente para actuar sobre esas emociones de una manera que sea beneficiosa en lugar de ir con una respuesta instintiva.
La fortaleza emocional real es poder sentir algo, comprender por qué existe ese sentimiento y usar esa información para hacer lo mejor para la situación.