Cuando las personas son estafadas, hacen todo lo posible para evitar que se les exponga la verdad.
Parece que hay algo de vergüenza en descubrir que uno mismo es crédulo.
Muy a menudo, las personas reaccionan con rabia dirigida a quienes intentan ayudarlos explicando la estafa desde afuera.
Esto explica gran parte de la hostilidad que algunos teístas muestran ateos.