Nuestra respuesta emocional a la música es probablemente un fenómeno evolutivo. Las canciones y la música son muy motivadoras y nos pueden impulsar en todo tipo de formas en nuestros esfuerzos por alcanzar nuestras metas individuales y grupales. Por ejemplo, en el pasado los ejércitos europeos marcharon a la batalla con los tambores y los quince tocando.
Algunos de nosotros somos particularmente susceptibles a las exhortaciones emocionales de la música. Tú eres uno de ellos. Te aconsejo que pienses en la música que estás escuchando. Fuerza la razón en tu escucha, para separarte de tus emociones en un esfuerzo por deconstruir la música y ponerla en su lugar.