A veces es más fácil llorar por las películas que llorar por ti mismo. Es porque nuestras defensas están bajas y relajadas mientras vemos películas. Con tus defensas bajas, todas esas emociones se derraman.
Está bien. Llorar no te hará daño. Déjalo fluir. El llanto es nuestra forma natural de hacer frente a la pérdida y el dolor.