En la Fundación de Investigación y Tratamiento de Olores y Gustos, el Dr. Alan Hirsch está investigando el recuerdo inmediato de recuerdos de la infancia por un olor particular, un fenómeno al que se refiere como recuerdo evocado por olfato.
Hirsch cree que los detalles evocados por los olores nostálgicos no son tan importantes como las emociones que recuerdan. Pero nuestras mentes remodelan estos recuerdos, enviándolos a través de un filtro teñido de rosa que los redefine como “buenos tiempos”.
Las experiencias que pueden parecer malas en ese momento pueden ser reconstruidas en nuestra mente para que parezcan mejores de lo que eran, porque representan períodos en nuestra vida que ahora se han ido para siempre.
Infancia idealizada
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Los recuerdos de la infancia, por ejemplo, representan momentos en los que nos liberamos de las responsabilidades y ansiedades de la edad adulta, por lo que podemos redefinirlos de una manera idealizada, aunque muchas de las experiencias que vivimos fueron difíciles en ese momento.
Para estudiar los diferentes olores que provocaban nostalgia entre el público, Hirsch y su personal entrevistaron a unas 1.000 personas en las calles de Chicago y les preguntaron qué olores estimulaban un recuerdo de la infancia.
Pasteles al horno
Los resultados fueron interesantes. Los alimentos horneados, como los pasteles y el pan horneado, constituyen la categoría más grande de olores nostálgicos. Otros olores de cocina como el tocino, las albóndigas y los espaguetis fueron la segunda categoría más grande de olores reportados.
Pero las personas nacidas antes de 1930 tienden a recordar los olores asociados con la naturaleza más que las personas nacidas en décadas posteriores. Esto puede reflejar la creciente urbanización después de los años 30.
Cableado cerebral
Lo que no está en duda es que el olfato es un sentido poderoso. El sistema olfativo, el aparato responsable de nuestro sentido del olfato, tiene una vía en el cerebro estrechamente asociada con el sistema límbico. El sistema límbico contiene las partes de la amígdala y el hipocampo del cerebro que están estrechamente asociadas con la emoción y la memoria, respectivamente.
Los seres humanos tienden a enfatizar la visión sobre todos los demás sentidos, pero nuestro sentido del olfato es lo suficientemente importante como para evocar su propia forma de déjà vu. Quizás los olores asquerosos y extraños que experimentamos hoy en día se asocien con buenos recuerdos en los próximos años.