OMI, una palabra solo tiene el poder que se le atribuye. Alguna oposición es solo un viaje de poder para avergonzar y puede atribuirse a la indefensión aprendida (pobre de mí, el mundo está en mi contra, así que no lo intentaré) y la mentalidad de víctima. Desafortunadamente, parece que la hipersensibilidad deja cada vez más espacio para la discusión abierta, y excluye la caricatura, el disgusto, la farsa, la exageración y la hipérbole; o, incluso una discusión sobre el uso de ciertas palabras. La corrección política no diferencia el “discurso del odio” del diálogo abierto. Y el uso de la palabra por los negros es solo un insulto “en tu cara” a aquellos que no están autorizados a usar la palabra.
Posiblemente no sea equivalente, pero cuando los colonos fueron menospreciados por los británicos como “Doodles yanquis”, los colonos adoptaron el título y lo devaluaron.
Una mejor pregunta es: ¿Por qué atribuir ese poder a cualquier palabra?
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