A menudo, los rasgos que tenemos, los proyectamos en los que nos rodean. Si le pagáramos a alguien con diligencia, asumiríamos que todos lo harían, pero cada uno es diferente. Aplicamos nuestros propios niveles de estándares a otros, a veces ignorando las señales de advertencia. Luego, cuando no están a la altura de esa expectativa, nos sentimos usados, resentidos y enojados. Los límites personales que están en juego están fuera de equilibrio.
Hay algunos pasos que se pueden aplicar para minimizar esta reacción y recuperar el equilibrio.
Señales de advertencia
Tendemos a pensar lo que otros hacen a otras personas, no nos harán a nosotros. Pero ese rara vez es el caso. Antes de dar algo de ti mismo (dinero, tiempo, ayuda, etc.), piensa en cómo esta persona está con las otras personas en su vida. ¿Se sabe que son confiables? ¿Han fallado en pagarle a otra persona o no han cumplido sus promesas? ¿Son útiles o dejan los platos? Grande o pequeño, aquí es donde puede ver por primera vez cuáles son sus estándares.
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Una vez que sepa cuál es su nivel de estándares, puede decidir si son un riesgo o no. Luego, puede decidir si debe ayudar en función de sus estándares, no de los suyos.
Límites saludables
Esto puede requerir algo de práctica, pero los límites saludables son muy importantes. Es aprender cuánto estás dispuesto a dar sin esperar nada a cambio. Cuando llegue al punto en el que se enojaría o se resentiría si el préstamo no se pagara o la ayuda no fuera devuelta, habría alcanzado su límite y no debería ofrecer ayuda que esté al nivel o fuera de este.
Decir No está bien. Sus sentimientos y necesidades importan tanto como la siguiente persona. Cada vez que alguien solicita su ayuda, o usted va a ofrecerla, incluso si no se la solicita, deténgase. Pregúntese:
- ¿Cómo me sentiré si no dicen? Gracias / devuélveme / escúchame, etc.
- ¿Cuánto estoy dispuesto a dar aquí sin ninguna expectativa de respuesta?
Si se toma el tiempo para reducir la velocidad, pregúntese esto a medida que surja cada instancia. Aprenderá a medir cuánto está dispuesto a dar sin enojarse, enojarse o sentirse resentido.
Por supuesto, todavía haga un seguimiento si el dinero es debido, pero si no lo consiguen, su equilibrio no se sacará del centro.
Límites personales saludables y cómo establecerlos