Pregúntate a ti mismo las siguientes preguntas:
- ¿Fuiste amable con la trabajadora sexual?
- ¿Practicaste sexo seguro y usaste un condón?
- ¿Estabas perfectamente bien con el servicio del trabajador sexual?
- ¿Les pagaste todos los honorarios que se les pidió?
- Cuando pagó a la trabajadora sexual, ¿usó dinero que no estaba destinado al alquiler o facturas importantes?
Si la respuesta es sí a todas estas preguntas, entonces no hay absolutamente nada de lo que sentirse mal. La pasaste muy bien, la trabajadora sexual hizo un gran trabajo, todos pagaron su renta; El mundo es un lugar feliz.
Si cualquiera de las respuestas es no, entonces son comportamientos que pueden corregirse. Nadie debe recibir un pago insuficiente, estar expuesto a riesgos para la salud o hacer que se sienta mal en su búsqueda de que se acueste.
Si tus padres te están haciendo pasar un mal rato por el solo hecho de haber visto a una trabajadora sexual, imagina la desaprobación que siente la trabajadora sexual de la sociedad, solo por ganarse la vida. El mal presentimiento es tu gusto de lo que se llama estigma.
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El estigma es la vergüenza que estamos condicionados a sentir por hacer algo que es perfectamente correcto y ordinario si se practica de manera segura y con consentimiento. La religión y las tradiciones sociales nos dan nuestras tonterías sobre el sexo y el trabajo sexual, y tus padres podrían estar actuando en este sentido. También pueden estar preocupados por las personas que los juzgan por sus acciones, también.
¿Cómo lidiar con estos sentimientos? Eso es algo complicado, que solo puede resolver si encuentra a alguien con quien hablar que se reserva su propio juicio. Sin embargo, puedo asegurarle que el trabajo sexual es una ocupación perfectamente común.
Los padres deben preocuparse por la seguridad de sus hijos. Si yo fuera tu padre, me preocuparía más que no estuvieras usando un condón, o que fueras un cliente horrible que proyecta todo ese estigma mencionado sobre la trabajadora sexual.
Si la verdadera razón por la que te sientes mal es porque estabas gastando su dinero; nadie puede ayudarte allí, amigo 🙂