Aquí hay TRES estrategias que utilizo para manejar insultos:
1. Estar de acuerdo con lo que dicen y exagerarlo.
Ellos : “eres inmaduro!”
Tú : “Eso es lo que dice mi maestra de kindergarten”.
Ellos : “eres gordo”.
Tú : “sí, solo 10 libras más, y estoy listo para el traje de Santa”.
- ¿Ya no es posible que una sociedad considere a un hombre o mujer vivo como un héroe?
- Si se te ocurre una nueva idea radical, ¿cómo puedes introducirla sin lastimar el ego de alguien?
- Si la reproducción y las relaciones humanas requirieran tres géneros, ¿habría más relaciones incompletas debido a los desafíos logísticos de encontrar a tres personas compatibles?
- ¿Cuáles son algunos ejemplos de situaciones en las que responder con silencio es la mejor opción?
- ¿Cuál es la relación entre confianza y credibilidad?
Y aquí hay uno que leí en algún lugar y no sé a quién debo dar crédito, pero ilustra el principio de “estar de acuerdo y exagerar” a la perfección:
Ellos : “Pareces un jugador. Apuesto a que tienes una chica en cada ciudad”.
Tú : “En realidad, tengo dos en cada ciudad. Deberías ir por uno de tus amigos”.
2. Encuéntralos como tratando de impresionarte con su insulto.
Ellos : “¿Qué pasa con la camisa desabrochada … eres un gigoló?”
Tú : “Bill, no tienes que trabajar tan duro para que me gustes. Ya me gustas”.
(Utilicé esto una vez en una fiesta en casa, y el agresor, que era un tipo de macho alfa seguro, solo tenía que sonreír, darme una mirada de rendición y alejarme).
3. Encuéntralos como haciendo tus órdenes cuando te insulten.
Ellos : “Eres estúpido”.
Tú : “Oh, vamos. Puedes hacerlo mejor que eso. Dame otro insulto, excepto que no te contengas. Déjame tenerlo REALMENTE esta vez”.
También les enseño estas tácticas a mis hijos, aunque con diferentes ejemplos
Manejar los insultos también es una de las claves de la felicidad que se mencionan al final del ensayo. Detener el establecimiento de metas que no te hacen feliz