Era anteayer, el carro hizo sonar la bocina afuera de la puerta de mi casa. Sabía que era la familia de mi hermano quien había regresado del viaje. Corrí por la escalera, me acerqué a abrazar a mi sobrino de 9 años, y lo que sucedió fue que me gritó, me retiré de inmediato, me sonreí y me marché de ese lugar.
Me encantó este gesto mío. Me afirmó que puedo controlar mis sentidos. No me gustó la forma en que gritó. Entonces, si hubiera gritado de nuevo, ¿me ha gustado eso? No.
Creo que estoy lleno de amor y felicidad. Mi lema de la vida es ese. Cosa como gritar nunca puede hacerme feliz.
Así que este ejemplo fue solo una forma inteligente de evitar las cosas que no nos gustan. Si alguien comenta algo estúpido, defiéndelo o mejor aún, déjate un poco de espacio lejos de esa persona durante algún tiempo. Respira y mantente hermosa por dentro y por fuera. Trata a las personas como quieres que te traten, necesitan corregirse a sí mismas, no necesitas cambiar. Sé feliz en tu propio mundo interior. Trato inteligente.
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